Xabier Barrutieta Basurko
Doctorando e investigador de la Universidad del País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea
1. La escala
1.1. Escalas de análisis urbano
Los estudios de conceptualización de las escalas urbanas
vienen implícitamente enfocados desde una mirada analítica de la observación de
la ciudad.
Existen varios referentes reconocidos que toman el Barrio
como escala más pequeña de análisis urbano. Uno de ellos es el de Lefebvre, que
define el Barrio como “el espacio de lo doméstico agrupado en torno a un
elemento simbólico”. Este tipo de conceptualizaciones son valiosas para muchas
áreas de estudio, pero desde la óptica
del diseño urbano resultan vagas por carecer de pautas dimensionales y
referencias a su escala y su tamaño.
Por este motivo son interesantes para el proyecto los criterios
de tamaño y estructura de los componentes urbanos, donde sus dimensiones están
determinadas por las condiciones físicas de las personas las habitan. En este sentido otros autores como
Ledrut afirman que el Barrio se define por encontrarse en la escala del peatón,
debe estar provisto de equipamientos colectivos accesibles y no debería exceder
de un perímetro de 3km.
La facilidad para ser recorrido a pie resulta ser un factor
común en la definición de la escala de Barrio, y aunque su definición
dimensional y espacial varía según los distintos autores (1), podríamos
establecer que el Barrio tiene una superficie entre 50 y 120 ha , una población que se
encuentra entre los 3.500 y los 15.000 habitantes y un tamaño correspondiente a
un recorrido medio de 15 minutos a pie (2).
1.2. Escalas de diseño urbano
Algunos estudios de sostenibilidad sobre tejidos urbanos más
recientes muestran a través de una serie de indicadores una mayor sensibilidad
a las variables que la arquitectura introduce en el ecosistema urbano en cuanto
a su morfología, la configuración del espacio público, la movilidad etc. Su
metodología de estudio a través de los Sistemas de Información Geográfica es
sobre todo efectiva al estudiar tejidos sobre los que se dispone de dicha
información descriptiva, pero resulta difícil de aplicar para el diseño de
nuevos proyectos que no actúen sobre preexistencias sólidas.
En cambio, si realizamos un acercamiento inverso al
entendimiento de las escalas urbanas de abajo hacia arriba tomando como
referencia las escalas del proyecto (no de planeamiento) y el proceso de
conformación de la ciudad, vemos un gran salto entre la escala del
edificio-manzana (75-300 habitantes) y el barrio (3.500-15.000 habitantes). Existe
consenso sobre la metodología para evaluar el grado de sostenibilidad de un
edificio como elemento único y discreto. En cambio, si pretendemos extender
esta visión a la ciudad o al barrio como unidad menor de la que se compone la
ciudad, el salto es más que considerable.
1.3. Indicadores de sostenibilidad urbana y su escala de
aplicación
A diferencia de la escala del edificio, donde el objeto de
estudio se encuentra bastante bien acotado, en el análisis urbano las escalas
de estudio son muchas y crecientes. Los indicadores de sostenibilidad urbana
empiezan a diluirse y convertirse en más difíciles de determinar a medida que
la escala de aplicación se amplía.
Algunos
autores distinguen conceptualmente tres escalas de referencia para el estudio
urbano donde se abordan diferentes aspectos del diseño urbano (3), que también
se podrían adoptar para el estudio de la sostenibilidad urbana y la aplicación
de los correspondientes indicadores asociados:
(...)
La Célula Urbana
es la pieza arquitectónica-urbana que permite el abordaje conjunto de la relación
entre edificio y ciudad, combinado la arquitectura con el estudio de aspectos
más propios del urbanismo; como el diseño de los espacios libres, la mezcla
efectiva de usos, la relación con el viario rodado y el aparcamiento, la
accesibilidad al transporte urbano, la optimización de instalaciones
energéticas centralizadas, etc. (Imagen 01). En definitiva, la Célula Urbana es
un proyecto de fusión que define mediante un diseño conjunto y coherente la
arquitectura y su espacio público vinculado.
Imagen 01. Las Células Urbanas permiten
abordar la complejidad urbana a través del diseño conjunto de los espacios
urbanos y la arquitectura.
2. El tamaño
Para poder trasladar
coherentemente los conceptos de escala a la realidad tangible de un proyecto,
resulta necesario revisar ciertos factores relativos al dimensionamiento y al
tamaño real de las Células Urbanas.
2.1. Las distancias urbanas y la ciudad para el peatón
Los vehículos han
cambiado la forma de moverse por las ciudades, y con ello también la forma de
percibirlas y diseñarlas. La red de movilidad ha dictado los patrones de estructura
urbana condicionados por la hegemonía y proliferación del vehículo privado.
La dimensión de los
bloques, por ejemplo, tiene estrecha relación con el tiempo de recorrido de la
ciudad a pie y sobre todo con el tiempo psicológico asumible para recorrerla. Las
distancias de los bloques de 75
a 100m típicas de los ensanches, se concibieron para la
movilidad a pie y el transporte por tracción animal. Un vehículo hoy, permite,
en medio urbano, cubrir varias veces la distancia que cubríamos a pie, y dibujaría
una malla diferente de 300 o 400m de lado, donde se podrían sitúan aberturas de
paso cada 75 o 100m (4).
(...)
2.2. Microurbanismo - Macroarquitectura
Ciudades a la deriva.
Las disciplinas propias de la arquitectura y el urbanismo
tienen hoy límites difusos. El estricto planeamiento normativo de arriba hacia
abajo, desde el territorio hasta el edificio, no resulta suficiente para
definir y activar realidades urbanas positivas de la escala humana con rapidez
y eficacia.
Por otro lado, la
voracidad y la velocidad con la que el mercado inmobiliario ha ido
transformando el territorio en los últimos tiempos han permitido materializar
grandes fragmentos urbanos mediante la yuxtaposición de arquitecturas autistas.
Fruto de este proceso de acciones son, entre otros, las grandes promociones que
acometen grandes manzanas de una sola vez concentrando acceso, privatizando
actividades y desincentivando la vida urbana. Los lotes edificatorios son cada
vez más grandes y uniformes, hasta que, de manera no tan lejana a las utopías
digitales de SimCity, parece que la mayor evolución urbana se dará cuando los
propios edificios se convierten en ciudades autónomas y el espacio urbano muera
definitivamente.
El profundo conocimiento de la escala humana que caracteriza
las ciudades medievales no se aprecia en las nuevas zonas urbanas planificadas
de modo profesional. Esta aseveración muchas veces realizada, apunta, entre
otros, los límites de la determinación de los proyectos a través de su diseño.
La complejidad y constante adaptación de las estructuras realizadas a lo largo
del tiempo ofrecen resultados difícilmente reproducibles a través de un solo
diseño.
La ciudad tradicional europea es nuestro modelo de
sostenibilidad en cuanto a la habitabilidad del espacio público, densidad y
mezcla de usos. En el caso de las piezas urbanas tradicionales la escala humana
queda bien definida a través de la relación espacial de sus componentes creando
espacios urbanos con escala y proporción adecuada.
En los proyectos urbanos contemporáneos, en cambio, resulta
habitual que el espacio público se escape, quede en una escala en la que los
bulevares y parques, por su tamaño sobredimensionado, actúan de barreras
urbanas más que de concentradores de actividad. Para poder actuar sobre la
mejora de estos tejidos es necesaria la conceptualización de unos ámbitos de
reflexión que incorporen la complejidad que los hace valiosos y atractivos. En
este sentido, la Célula Urbana se plantea como componente urbano y ámbito de
diseño donde experimentar nuevas formas ciudad sostenible, compacta y permeable
en relación con los tejidos urbanos existentes.
Macroarquitectura. Megaforma y megaestructura.
La Célula Urbana se sitúa en el umbral entre arquitectura y
urbanismo. Es una intervención arquitectónica que forma parte de un tejido
urbano, que sobrepasa por su escala al mero edificio y tiene que abordar
cuestiones de índole urbana desde el diseño del mismo. Son arquitecturas que
deben demostrar al mismo tiempo la eficacia en actuar en un entorno urbano
específico y en la ciudad en su conjunto.
(...)
Las megaformas son los referentes válidos para las Células
Urbanas porque trabajan con mecanismos que hacen ciudad, entre los que podemos
destacar ejemplos como la Casa
de las Flores de Secundino Zuazo o la
Illa de la
Diagonal de Rafael Moneo (Imagen 02).
Imagen 02. Trabajo de volúmenes en La Casa de las Flores de
Secundino Zuazo y la Illa
de la Diagonal
de Rafael Moneo y Manuel de Solá-Morales
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Extracto de la ponencia de Xabier Barrutieta @ SB10mad, 2010 Madrid.
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Extracto de la ponencia de Xabier Barrutieta @ SB10mad, 2010 Madrid.